Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
¿Qué sentido tiene ser generoso en medio de una crisis? ¿Cómo usa Dios el dinero? ¿Qué es lo único que nos puede llevar a ser generosos en medio de una crisis?