Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
Los patrones de Dios siempre se cumplen, la vida de José y el libro de Romanos nos muestran como las promesas de Dios siempre se cumplen, aprende más acerca del porque creer en las promesas de Dios en el siguiente mensaje.