Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
¿Qué debe ser lo primero que debe de estar de primero de tu lista de tareas? ¿Cuando quieres planear algo? ¿Cuando quieres empezar a ejecutar tus planes? ¿Cuando te levantas?